EUROPA
PRESS
15 marzo
2019
Confirmado:
una dieta alta en calorías aumenta el riesgo de cáncer de mama y una baja lo
previene
Un estudio epidemiológico llevado a
cabo por investigadores del Instituto de Salud Carlos III, pertenecientes a
CIBERESP y el grupo GEICAM de Investigación en Cáncer de Mama, y financiado por
la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), ha evidenciado que una ingesta
calórica elevada puede aumentar el riesgo de cáncer de mama, mientras que la
restricción calórica podría ejercer un efecto preventivo.
El cáncer de mama, con 32.825 casos nuevos en 2018, es el
tumor más frecuente en mujeres españolas y constituye el 29 por ciento de los
casos de cáncer en mujeres, por lo que se considera un problema importante de
salud pública. Aunque hay una clara evidencia de que la obesidad y la ganancia
de peso son importantes factores de riesgo de cáncer de mama en mujeres
postmenopáusicas, la evidencia respecto a la restricción calórica es menos
concluyente.
El objetivo de esta investigación, que ha sido en la revista
'Scientific Reports' y que
ha contado con la participación de investigadores de 23 hospitales de 9
comunidades autónomas, ha sido evaluar la asociación entre el riesgo de cáncer
de mama y el consumo deficitario o excesivo de calorías en función del índice
de masa corporal, la actividad física y la tasa metabólica basal de cada mujer
participante.
Para ello, se han reclutado 973 mujeres recién
diagnosticadas de cáncer de mama (casos) y 973 mujeres sanas (controles) de
entre 18 y 70 años. Cada caso se emparejó con un control de edad similar, de la
misma ciudad y sin ningún vínculo familiar.
Las participantes respondieron un cuestionario de frecuencia
alimentaría, a partir del cual se estimó la ingesta media diaria de energía
durante los 5 años previos a la entrevista, y un cuestionario epidemiológico
con información sobre estilos de vida y otra información relevante para el
estudio.
De esta forma, los resultados han mostrado que las mujeres
con un consumo calórico por debajo de lo esperado, de acuerdo a sus necesidades
energéticas individuales, presentaron un menor riesgo de desarrollar un cáncer
de mama, siendo este efecto mayor en mujeres premenopáusicas.
Por el contrario, las mujeres cuyo consumo calórico excedía
el 40 por ciento de los valores esperados presentaron casi el doble de riesgo
que aquellas participantes con una ingesta energética dentro de los niveles
adecuados. Este último efecto fue especialmente pronunciado en mujeres
postmenopáusicas y en mujeres con una baja adherencia al patrón de dieta
mediterránea.
"Los resultados revelan que, por cada 20 por ciento de
aumento de la ingesta calórica relativa (ingesta observada versus ingesta
esperada), el riesgo de desarrollar un tumor de mama con receptores hormonales
positivos o un tumor HER2+ se incrementa en un 13 por ciento, siendo esta cifra
de un 7 por ciento en tumores triple negativos", ha dicho el presidente
del Grupo GEICAM, Miguel Martín.
Este es el primer estudio epidemiológico que explora la
asociación entre el riesgo de cáncer de mama y el efecto del consumo excesivo o
deficitario de calorías de acuerdo con los requerimientos energéticos
individuales de cada mujer. "Una restricción calórica moderada, en
combinación con la realización de ejercicio físico de forma regular, podría ser
una buena estrategia para la prevención del cáncer de mama", han zanjado
los expertos.